El día amaneció muy nublado y gris, pero no sabemos si por la alegría que desprendía esta pareja, finalmente se abrió paso el sol. Disfrutamos muchísimos junto a ellos, recorriendo las calles de Sevilla, empezamos de buenas maneras tomando cervecitas y paseando por la Alameda de Hércules, para en la orilla del Guadalquivir y callejeando por rincones del casco antiguo.